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Se deben tomar precauciones en el laboratorio para prevenir accidentes y así evitar incendios, quemaduras, aspiración de vapores y gases tóxicos y también envenenamientos.

Ahora vamos a considerar qué tipo de lesiones pueden provocar algunos de los compuestos orgánicos que con frecuencia utiliza el químico.

Si se conoce este tipo de riesgo será posible prevenir principalmente intoxicaciones crónicas y enfermedades de tipo alérgico.

Se recomienda, por ello, trabajar con guantes, buena ventilación e ingerir una alimentación sana.

Reseñaremos brevemente las lesiones que provocan algunos compuestos orgánicos, no con el fin de atemorizar, sino para evitar consecuencias graves.

  1. Acetaldehído CH3CHO. Sus vapores dañan la mucosa de las vías respiratorias y pueden producir palpitaciones y molestias estomacales.
  2. Anhídrido Acético (CH3CO)2O. Ataca intensamente la piel.
  3. Acetonitrilo CH3CN. Venenoso, existe el peligro que contenga considerable cantidad de ácido cianhídrico libre (cianuro de hidrógeno HCN). Puede producir irritación de la piel.
  4. Dicloroetileno C2H2Cl2. Causa molestias visuales (parecido al tetracloruro de carbono).
  5. Etilénglicol CH2OHCH2OH. Su toxicidad ha sido generalmente menospreciada. Produce náuseas y vómitos.
  6. Oxido de Etileno (CH2)2O. Posee la décima parte de toxicidad que el ácido cianhídrico. Por contacto con la piel después de algunas horas aparecen ampollas, se observa destrucción de tejidos y dificultades para curarse. La inhalación de pequeñas cantidades ocasiona vómitos constantes, diarrea, sensación de indigestión y estado de excitación. Con altas concentraciones aparecen cuadros narcóticos, con riesgos circulatorios. Es posible observar daños cardíacos, hepáticos y renales.
  7. Tricloruro de Aluminio AlCl3. Corrosión de la piel.
  8. Amoníaco NH3. Irrita las vías respiratorias superiores y los ojos. En los casos difíciles ocurren molestias circulatorias y espasmos del esófago, pudiendo provocar pulmonía o bien edema pulmonar. Se deben usar máscaras con filtros K o M para aliviar las vías respiratorias.
  9. Benceno C6H6. Es un potente veneno sanguíneo; puede penetrar por la piel. El envenenamiento crónico causa daños hepáticos y del sistema nervioso (el tolueno y el xileno son parecidos).
  10. Acido Cianhídrico HCN. Es muy venenoso; la dosis letal es de 50 mg. Inhibe la respiración celular, ya que inactiva el hierro de las enzimas de la respiración porque forma complejos. La inhalación de grandes cantidades produce la muerte en pocos segundos; para respirar se deben usar máscaras con filtros G. Si la intoxicación ha sido causada por pequeñas cantidades aparecen síntomas de irritación (en especial irritación de la garganta), sobre todo sensación de calor y de mareos, zumbido de oídos, molestias visuales, salivación, vómitos y molestias cardiacas. El accidentado exhibe reacciones lentas y los síntomas aparecen tardíamente. El ácido cianhídrico se absorbe por la piel.

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